Según el diccionario la inspiración es: “Estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, tener ideas que permiten emprender un proyecto, etc”…

Esto quiere decir que la inspiración es todo lo contrario a ponerte una alarma, automatizar algún proceso, agendar… A la inspiración no la podemos llamar tal día a tal hora y esperar que automáticamente nos ilumine el camino a la solución, a la creatividad y a la chispa que necesitamos para dar el siguiente paso.

Todo lo creado fue inspirado o motivado por algo. 

Como creadora de contenido en redes sociales por más de 3 años realizando diferentes formatos de contenido a diario, puedo decir que los bloqueos y la falta de inspiración llega en muchos momentos y puede ser abrumador; como si otros tuvieran más éxito que tú porque “entienden más” sobre Facebook, Instagram, tienen más tiempo libre o cuentan con más herramientas, más experiencia.

Podemos estar de acuerdo en que las redes sociales enfocadas en mostrar nuestros negocios, empresas, emprendimientos… funcionan como un escaparate que abre un abanico amplio de posibilidades para conectar con personas que estén interesadas en nuestros productos/servicios.

Entonces, ¿Qué hacer para aprovechar estas plataformas online en beneficio para tu negocio si sientes que no sabes moverte en ellas, no tienes tiempo, ni te inspira crear lo que debes mostrar?

En este caso, lo mejor es poder delegar la comunicación online de tu empresa o emprendimiento en profesionales que puedan hacer equipo contigo e ir de la mano ayudándote con esta parte de tu negocio.

Pero si ves que realmente puedes hacerlo tu mism@, ten preparada libreta o notas en el móvil y ¡que la inspiración fluya!, ¿Te apuntas?

Primero que todo, ten en cuenta que necesitarás a 3 grandes amigos de la inspiración para que esta aparezca:

1. La perseverancia
2. Las ganas de llegar a una meta, alcanzar un sueño
3. El trabajo. “La inspiración llega pero tiene que encontrarte trabajando” (no recuerdo quien dijo la frase ¡pero es tal cual!)

Por otro lado, nunca te permitas estos pensamientos:

1. No es suficientemente bueno lo que pensaste y por eso no vale la pena ni tenerlo en cuenta.
2. Los demás siempre serán mejores que tú.
3. Es una tontería lo que has pensado y debes sentirte avergonzado. No lo digas. No lo hagas o se reirán de ti.

Con estos puntos claros que, creo, son super importantes NO OLVIDAR, ten siempre una libreta, un block de notas o el móvil con un documento específico para apuntar cualquier idea que se te venga a la cabeza. Cuando las ideas vienen no las dejes escapar.

No pienses que te acordarás por que no, no lo harás.

– Busca y visita lugares que te gusten mucho, que te hagan sentir comod@, feliz… Por ejemplo: La naturaleza, la playa, una cafetería bonita, tu espacio de trabajo si es organizado y está a tu gusto.

– Piensa en cuáles son esas actividades en las que te evades por un momento y de repente te vienen grandes ideas. Puede ser mientras conduces, te das una ducha, vas caminando escuchando música o un podcast, leer, dibujar, practicar un deporte.

– Meditar. Es bueno dedicar un tiempo del día a reflexionar, agradecer, descargar culpas… Puedes acompañarlo de escritura o música tranquila instrumental.

– Descansar y cuidar nuestras rutinas es la mejor forma de recargar pilas y sentirnos aliviados.

Sobre todo, hacer lo que te funciona y repetir y repetir. NO SOMOS IGUALES, y lo que inspira a una persona puede que a otra no.

Encuentra tu camino hacia la inspiración. Úsala para comunicar, mostrar y conectar con la comunidad de las redes sociales de tu negocio. No tienes que parecerte a nadie. De hecho, si la dejas fluir destacarás precisamente por lo diferente que los demás vean en ti.

¡Te lo aseguro! 😀